Requiem para una emperatriz (Officium Defunctorum de Tomás Luis de Victoria)

Descripción del proyecto

El Oficio de Difuntos para coro a seis voces de Tomás Luis de Victoria fue interpretado por primera vez en 1603 y publicado en Madrid dos años después. Tras haber pasado unos años cruciales en Roma donde publicó la mayor parte de su obra y fue ordenado sacerdote, volvió a España para ocupar el puesto de capellán y maestro de capilla del Convento de las Descalzas Reales en Madrid. Allí vivía la hermana de Felipe II, la Emperatriz María, para cuyos funerales compuso esta magnífica obra. La misa fue dedicada a su hija, la princesa Margarita.

Ya desde la Edad Media la iglesia dio una importancia sustancial a la liturgia de difuntos. Los compositores del siglo XVI y principios del siglo XVII escribieron este tipo de obras de forma sistemática, contribuyendo al florecimiento musical de este texto que coronaba el momento más misterioso e inquietante de la vida cristiana. Este segundo Requiem de Victoria es el más famoso de todos, siendo considerado una obra cumbre de toda literatura polifónica por su inigualable calidad musical.

Para muchos el Requiem de Victoria es la obra más representativa de la música española renacentista. Su intensidad expresiva conseguida con los medios más simples, su fervor y serenidad emocionan en silencio. Una obra de arte sin más aspiraciones que la comunión espiritual con Dios y el deseo de descanso eterno.

Es para el Coro de Cámara “Alonso Lobo” una obra muy querida y por ese motivo no podía pasar su XXX Aniversario sin programarla. 

La producción y coordinación de este proyecto corresponde al Coro de Cámara “Alonso Lobo”.

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